¿No te pasa que cuando llega la primavera sientes la necesidad de pegarle un repaso a tu casa? A mi me da por organizar los armarios, recoger unas ropas y sacar otras, revisar papeles, limpiar mi coche a fondo o dedicarles una tarde entera a mis macetas… Todo eso responde a la necesidad de arrastrar lo viejo y renovar energías para continuar hacia delante.

De la misma manera que atiendes y dedicas tiempo a tu entorno, la primavera es el momento de poner a punto nuestro cuerpo, y para ello nada mejor que hacer un ayuno o una depuración con la que vas a conseguir reactivar todo tu organismo y sacarlo del letargo de los meses invernales.

No te puedo asegurar todo lo que va a ocurrirte a lo largo de la depuración, cada cuerpo es un mundo, pero si puedo adelantarte las cosas que me suceden a mi y que, con mucha probabilidad, vas a experimentar tu también:

  • Todos mis ritmos descienden y una sensación de bienestar, libertad y vitalidad me inunda casi desde el primer momento.
  • Siento como mis sentidos se agudizan, mi mente se despeja y puedo pensar con mucha mas claridad. Eso se debe a la eliminación de toxinas.
  • Y por supuesto, también noto ligereza desde el punto de vista físico por la eliminación de líquidos retenidos y la bajada de peso corporal.

Existen muchas y muy diversas formas de llevar a cabo una depuración. El verdadero ayuno es el que se realiza única y exclusivamente con agua, sus fines son terapéuticos y siempre debe de realizarse bajo supervisión médica… vamos, que no puedes hacerlo por tu cuenta!

Los ayunos a base de caldos, zumos, infusiones, frutas o batidos tienen fines depurativos y puedes llevarlos a cabo en tu casa siempre que no se alarguen más de 3 o 4 días. En este caso es necesario que sepas que la eliminación de toxina se producirá por todas las vías que tenemos habilitadas para ello: riñón, intestino, pulmón, piel y mucosas, y vagina en el caso de las mujeres; por lo que no es de extrañar que a lo largo de la depuración detectes cambios en el color y densidad de la orina, que sufras algún episodio de diarrea, que tengas mal aliento, que tu boca este pastosa o incluso que se te adelante la menstruación. No te preocupes, todo eso entra dentro de la normalidad.

También es posible que se produzca algún cambio desde el punto de vista emocional y que te veas asaltado por el miedo, la tristeza o el enfado. En ese caso tienes que hacer un ejercicio de aceptación, no trates de luchar contra esas emociones, es mucho mejor aceptarlas y pensar que es algo totalmente pasajero.

Yo he realizado varios tipos de depuraciones y personalmente me quedo, sin ninguna duda, con la depuración de 3 días a base de crema de arroz integral.

El arroz integral es el alimento que mejor se ajusta, por su composición, a nuestras necesidades; su elevado poder energético unido a la baja proporción de proteínas y de grasas hacen de él, un cereal de fácil asimilación que no deja ningún tipo de residuo metabólico, lo que resulta ser beneficioso en cualquier tipo de dieta depurativa. Con él se elabora un batido, al que me gusta llamar cariñosamente brebaje, que requiere 4 horas de cocción y que será nuestro sustento durante los tres días de la depuración.

La vuelta a tu dieta habitual, requiere un periodo de transición en el que se irán introduciendo de forma paulatina, alimentos suaves y de fácil digestión en pequeñas cantidades hasta que se normalicen las secreciones gástricas y todo vuelva a la normalidad.

Regálate tiempo y aprovecha para
escuchar a tu cuerpo,
atiende a sus sensaciones y emociones
y haz lo que te pida en cada momento.

Si deseas poner tu cuerpo a punto en el próximo cambio de estación, asegúrate de que no entras en ninguno de los siguientes grupos (niño menor de 14 años, mujer embarazada, madre lactante, persona con úlceras estomacales, diabético, convaleciente de alguna operación, sometido a tratamiento de radio o quimioterapia) y ponte en contacto conmigo.