Las Esencias Triunidad son un sistema terapéutico constituido por 17 esencias florales que presentan un elevado estado de vibración y que han sido elaboradas a partir de tinturas madre de flores silvestres, utilizando agua de manantial para su elaboración y vinagre de manzana para su conservación.

Pueden tomarlas todas las personas, incluidos los niños, y son compatibles con cualquier otro tratamiento potenciando la efectividad del mismo.

Se trata de un sistema de identificación y reparación en el que cada una de las esencias contiene las cualidades vibracionales y lumínicas de la planta. Estas van a actuar como vehículo de trasformación y nos van a permitir reestructurar nuestro campo energético para devolvernos a ese orden natural que nos hace sentir en armonía con la vida y nos permite reconocer el proceso evolutivo en el que estamos inmersos para continuar avanzando en él hasta alcanzar la plenitud.

Debemos de ser conscientes de que los distintos acontecimientos, sucesos o traumas vividos de forma consciente o inconsciente a lo largo de nuestra vida, van siendo registrados en nuestro cuerpo y algunos de ellos impactan en nuestra memoria celular alterando nuestro campo energético y generando cargas emocionales.

Toda esta información almacenada condiciona nuestro comportamiento y actitud ante la vida, nuestra biología y hasta nuestra condición física.

Las Esencias Triunidad, acompañadas del Método de Unidad Esencial creado por Carmen Romanelli, son una potente herramienta que nos va a permitir ir más allá de lo físico hasta poder localizar, identificar y disolver esos impactos, bloqueos y traumas establecidos a nivel de memoria celular que nos predisponen a percibir el mundo de una manera muy determinada y a comportarnos en consecuencia.

Se trata de un sistema de trabajo, en la que se fusionan los niveles biológico, energético y lumínico, que nos permite identificar y liberar las cargas emocionales negativas (para sanar desde el origen del problema) y poner en circuito las cualidades de las plantas que necesitamos para alcanzar la ansiada unidad de alma, espíritu y propósito de vida.

Las Esencias hacen su trabajo de una manera paulatina y silenciosa, nos equilibran, nos ayudan a tomar conciencia de lo que realmente somos y a hacernos dueños de nuestra propia vida.